El bichito feo
Había una vez un bichito que vivía en el bosque.
No sabia bien qué clase de bichito era, sólo sabía
que rea muy feo, pues se había mirado en el
espejo de la laguna que estaba cerca de su casita.
Hasta que un buen día vio a una espantosa
lechuza y se dijo: "HE AQUÍ UN BICHO MÁS
FEO QUE YO", y quiso saber qué sentía siendo
tan feo...
SEÑORA LECHUZA, le preguntó, "¿QUÉ
SIENTE UN ANIMAL AL SER TAN FEO COMO
USTED?". La lechuza, muy enojada, lo corrió a
picotazos. Pedrito escapó muy asustado
a esconderse debajo de una piedra, mientras
pensaba en lo desgraciado que era por ser
tan feo y mal comprendido.
Como no podía salir de su escondite, porque
la lechuza lo acechaba, se quedó profundamente
dormido y durmió durante mucho tiempo...
Un día despertó con una extraña sensación,
se sacudió con fuerza y, ¡oh, sorpresa!, le había
crecido unas hermosas alas. Y así el bichito feo
se convirtió en la mariposa más linda del bosque.
Tomás el cazador
Había una vez un niño llamado tomás que vivía solo
en una hermosa cabaña del bosque. Tomás pasaba
mucho frío, porque en las noches de invierno el lugar
estaba helado. Una mañana, después de tomar la leche,
tomás se dijo: "VOY A SALIR AL BOSQUE A CAZAR
MUCHOS CONEJOS, PARA HACERME CON SUS
PIELES UNA HERMOSA MANTA PARA TAPARME
EN LAS NOCHES, Y DORMIR MUY CALENTITO"
Tomó su escopeta y salió de caza. De pronto vio un
conejo y comenzó a perseguirlo hasta acorralarlo.
Entonces apunto con su escopeta, pero cuando iba
a disparar el conejo dijo: -POR FAVOR NO ME MATES-.
Es que debo hacerlo, porque necesito tu piel
para abrigarme en las noches -RESPONDIÓ EL NIÑO-.
-APIÁDATE DE MÍ- dijo el conejo, tengo esposa
y veinte hijos que alimentar. Tomás conmovido,
dejó ir al conejo y se fue caminado lentamente
hacía su cabaña, pensando que como cazador
era un fracaso, y que iba a seguir pasando mucho frío.
Esa noche, mientras Tomás estaba acostado en su cama,
tiritando de frío, vio que la puerta de su cabaña se
abría lentamente, y que pequeñas sombras se acercaban
a su cama... ¡Que sorpresa! eran papá y mamá conejo
con sus veinte conejitos. Todos se subieron sobre la cama
de Tomás para darle calor. Desde entonces viven todos
juntos y muy contentos en la cabaña del bosque.
La bruja Eduvijes y la cola de cerdo
había una vez un bruja muy fea y sucia llamada Eduvijes,
que solo pensaba en hacer maldades. Un día se propuso
molestar a todos los animalitos del bosque haciendo
llover a cántaros y asustarlos con rayos y truenos. En una
olla muy grande mezcló bigotes de gato viejo, plumas de
lechuza bizca, pezuñas de burro resfriado y se puso a revolver
con un palo agrandando agua de charco. Con esta mezcla,
esperaba lograr su propósito de inundar el bosque y perjudicar
a sus vecinos. Pero de pronto gritó -¡ME OLVIDÉ DE PONER COLA DE CERDO ENOJADA! rápidamente montó en su
escoba voladora y se dirigió a la casa del leñador que tenía
un chancho gordo y tranquilo de nombre Pancracio.
Como Pancracio dormía plácidamente en su
chiquero, la bruja mala empezó a golpearlo con su escoba
en la cabeza para hacerlo enojar y luego cortar un pedazo
de su cola con unas tijera que llevaba.
Pero Pancracio tenía la cabeza muy dura y a pesar de los
golpes no se despertaba. La bruja, muy enojada,
soltó la escoba y se puso a saltar sobre el lomo de Pancracio.
Pancracio se despertó y ver la escoba cerca, se comió
toda la paja y siguió durmiendo muy tranquilo. Y, como
se sabe, una escoba de bruja, sin paja, no puede volar.
Para mayor desgracia comenzó a llover torrencial mente.
Eduvijes, después de tanto saltar quedó muerta de
cansancio y no tuvo más remedio que volver caminando
bajo la lluvia entre las burlas de todos los animalitos.
Después de muchas horas, llegó a u casa mojada, triste
y cansada; sin su escoba voladora ni la cola de cerdo enojada.
El caracol Silvino
En una mañana, los rayos del sol acariciaban las flores del jardín. Rosas y margaritas sonreían de alegría. Arrastrándose despacito, despacito, apareció el caracol Silvino.¡EL NO ESTABA CONTENTO! Y doña margarita decidió preguntarle: -¿QUÉ TE PASA CARACOL? -¿Nadie quiere jugar conmigo porque no puedo arrastrarme rápido! -Decía Silvino mientras se le caían algunas lágrimas. No te preocupes, Silvino. Doña lombriz me ha contado que papá y mamá hormiga necesitan ayuda porque sus hijitas son muy traviesas y no hay juego que les guste. Silvino, con gran entusiasmo se secó sus lágrimas, lustró su casita blanca y colorada, saludó a las flores y empezó a arrastrarse hacia el hormiguero. Se apuró para llegar. cuando se acercaba, vio que algunas hormiguitas se estaban peleando. ¡Se tiraban de las antenitas para saber quién tenía más fuerza!. Vengo a jugar con ustedes, hormiguitas! -dijo Silvino-. Las hormiguitas se miraron pensando a que jugarían con ese extraño caracol de casita colorada. Y silvino les explicó.
Las traviesas hormiguitas usaban la casitas del caracol como un tobogán. ¡SUBÍAN POR UN LADO Y BAJABAN POR EL OTRO!
¡QUE CONTENTO ESTABA SILVINO! Por fin jugaba con sus amiguitos.
El dragón Arturo
Hace muchos, muchos años, en un bosque muy lejano, ocupando una caverna oscura, vivía un enorme dragón de larga cola que, cada vez que estornudaba, largaba fuego por su gran nariz. el dragón se llamaba Arturo, y vivía muy triste y solitario, porque todos los animales del bosque le tenían miedo y ninguno se acercaba por los alrededores de su cueva. Un día llegaron al bosque varios camiones, que tenían muchos hombres con armas, sogas y enormes jaulas con barrotes de hierro. Los hombre venían a cazar animales vivos para después venderlos a zoológicos y circos. Como los animales nunca habían visto algo parecido, se acercaron para averiguar de que se trataba; entonces muchos cayeron en trampas y fueron a esconderse llenos de miedo. La noticia corrió de oca en boca y los pájaros, mientras volaban sobre el bosque, contaban la novedad para que todos los animales se enteren de lo ocurrido. Así fue como llegó a oídos del enorme dragón. Entonces, Arturo salió de su cueva, se desperezo y empezó a caminar hacia el campamento de los hombre.
Cuando llegó, comenzó a bramar, a echar fuego por su nariz y a golpear los camiones con su enorme cola. Los hombre huyeron aterrorizados... Entonces, Arturo, rompió los candados y cadenas de las jaulas a mordiscones y liberó a los animales. Desde ese día Arturo tuvo muchos amigos, y ya nunca más se sintió solo.
Un amiguito útil
Había una vez un bichito de luz a quien todos sus amigos del bosque usaban para alumbrarse en las noches oscuras. A veces no lo dejaban ni dormir, y pese a su buena voluntad nadie lo daba importancia. Luciano, que así se llamaba el bichito, tenía una pancita hermosa que se encendía y se apagaba, iluminando todo lo que estaba a su alrededor. Pero un día, Luciano se levantó con mucho dolor de barriga, y enterado su amigo el picaflor, fue a buscar volando a la mona Pauliana, de quien se decía que sabía curar muy bien los dolores de barriga.
La mona revisó a Luciano, y con cara de saber mucho dijo: -ESTE BICHITO ESTÁ ENFERMO DE OSCURIDAD, PUES SU BARRIGUITA NO DA MÁS LUZ, y esta dijo además, ES UNA ENFERMEDAD INCURABLE. Se escuchó: ¡¡OOHHH!!! Los animalitos no podían creer lo que oían, y comenzaron a preguntarse unos a los otros: "¿QUÉ VAMOS A HACER AHORA CUANDO NECESITEMOS LUZ Y LUCIANO NO NOS PUEDA AYUDAR? Desconsolados, todos los animalitos se dieron cuenta de lo importante que era para ellos contar con un buen amigo, que les hacía tantos favores sin pedirles nada a cambio. Luciano, que no podía verlos sufrir, se quito una faja que llevaba puesta sobre la panza y les dijo: -¡MIREN!
Asombrados y muy contentos, sus amigos vieron la barriguita de luciano, despidiendo como siempre hermosos rayos de luz. ¡¡QUÉ ALIVIO!!
Todo había sido una broma.
El perro y la pulga
Había una vez un perro llamado Gaspar. Era un perro peludo y muy viejo, tenía largas orejas y patas muy cortas. En el lomo de Gaspar, entre sus pelos, vivía una pulga muy molesta llamada Romona. Como Gaspar era un perro muy gruño, se la pasaba tratando de echar a la pulga Ramona de su lomo. La pobre no podía vivir tranquila porque a cada rato un zarpazo de Gaspar la hacía caer al suelo.
A Gaspar le gustaba mucho salir de paseo pero no se animaba porque veía muy poco y se llevaba todo por delante. Un día se decido y salió a la calle. Cuando llegó a la primera esquina se dispuso a cruzar. Ramona, que estaba tomando sol en la cabeza de Gaspar, vio que venía un enorme camión. Entonces se acercó a la oreja de Gaspar y le gritó: -"¡ATRÁS, GASPAR! ¡CUIDADO!" Gaspar, enseguida, dio un paso atrás ¡QUE SUSTO! casi lo pisa el camión... Desde entonces, Gaspar y Ramona son muy amigos. Ramona vive tranquilamente en el lomo de Gaspar y le sirve de guía cuando salen de paseo.
El zorro y el conejo
En el bosque, todos los animalitos pequeños sabían bien que, cuando aparecía el zorro, había que ponerse fuera de su alcance y nunca dejarse convencer por sus mentiras. Por ese motivo, al zorro se le hacía cada vez más difícil conseguir su alimento. Un día comentaron en la selva: -"EL ZORRO SE HABÍA VUELTO VEGETARIANO". Los animalitos habían visto como Don Zorro masticaba pasto y hojas verdes y relamiéndose, decía:-"¡QUÉ RICO!" Nadie podía creerlo, y menos aun cuando reunió a los animalitos y les dijo: -"YA TODOS USTEDES PUEDEN JUGAR CONMIGO, PUES COMO VEN, ME ALIMENTO SOLO DE VEGETALES." No le hicieron demasiado caso y decidieron probar si decía la verdad. entre todos construyeron un hermosos conejo hecho con barro, pelos que se quitaron los mismos conejos, piedritas para los ojos y algunos hasta se cortaron las uñas para ponérselas en las patas.
Cuando estuvo terminado, lo pusieron en un claro del bosque y el quirquincho fue a informarle al Zorro que había un conejo que quería jugar con él. Rápidamente Don Zorro se dirigió hacia el lugar donde estaba el conejo y, al verlo, le dijo: -"DAME TUS MANOS Y VAMOS A JUGAR A LA RONDA". Al mismo tiempo se abalanzó sobre él y trató de devorarlo. Se llenó a boca de pelos y barro mientras aullaba de rabia. los demás animalitos, bien escondidos, pensaron que habían hecho bien en no creer en un mentiroso.
La gallina Luna y la pata Delfina
Una tardecita muy amarilla de sol, la gallina Lina salió a caminar por el campo con sus hijitos. Las flores lo saludaban muy educaditas con guiñaditas de pétalos. y las margaritas les hacían cosquillas en sus piquitos. Los pollitos quisieron compartir el paseo con sus vecinos. Y así fue como se acercaron a la casa de la pata Delfina y su familia. ¡QUÉ DIVERTIDO SERÍA PASEAR TODOS JUNTOS!. La gallina Lina con sus pollitos. Y la pata Delfina con sus patitos... Pasean muy contentos por el pastito verde. ¡cuántas flores y bichitos de colores.
Como son tan chiquitos, la mamá Lina y La mamá Delfina los tratan con cuidado y les hacen muchos mimitos... Les enseñan a buscar gusanitos en la tierra, entre las hojas y debajo de las piedritas. Pero... ¡QUÉ ABURRIDOS ESTABAN LOS POLLITOS! ¿CÓMO JUGAR EN EL AGUA? y...¿COMO CRUZAR LA LAGUNA? -¡SE NOS MOJARÁN LAS PLUMITAS! LLORABAN LOS POLLITOS... Entonces a los patitos se les ocurrió ¡UNA IDEA TAN BRILLANTE COMO EL SOL! La mamá gallina subió sobre mamá Delfina, y los pollitos sobre los patitos.
Y así pudieron cruzar todos juntos la laguna y seguir disfrutando de un hermoso día de sol.
Holaa quería saber por favor como se llamaba el nombre del libro con estos cuentos!!???? No lo consigo por ningún lado.
ResponderBorrarCuentos de ayer de hoy y de siempre tomo naranja
BorrarYo le compre ese libro a mis hijos y ya grande lo preste Y NUNCA ME LO DEVOLVIERON lo busque y no pude encontrarlo
ResponderBorrarY te acordás cómo se llamaba, ósea el título del libro. Así lo ubico porque no lo puedo encontrar. Sé que ya no se hace pero usado capaz que lo encuentre.
BorrarHola! El libro se llama cuentos de ayer y siempre. Yo aun lo tengo! Es de tapas naranjas con letras amarillas
BorrarHola gente. Hice hace bastante este blog con una amiga. No recuerdo de donde sacamos la fuente. Fue un trabajo para un profesorado. Debe ser de alguna colección porque son cuentos cortos. Ahora me pongo a revisar para ver si los puedo ayudar.
ResponderBorrarEl mejor libro que tuve en mi infancia. Tapa dura naranja. Lo presté y nunca más me lo devolvieron, quería leercelo a mi hija y no lo consigo!!
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